María Fernanda Villa Rodríguez, quien es parte de la primera ´promoción’ de egresados de Administración de Empresas Modalidad Dual de la Autónoma de Occidente, se abre paso en el ámbito internacional aplicando sus conocimientos y experiencias en el Banco Mundial.

La perseverancia y el entusiasmo puesto en cada una de las metas trazadas han sido cualidades determinantes en el camino que hasta ahora ha recorrido María Fernanda Villa Rodríguez, egresada de la primera promoción del programa de Administración de Empresas Modalidad Dual (2008), quien a sus 26 años de edad cuenta con un amplio recorrido profesional. Actualmente, se está abriendo paso en el Banco Mundial, donde hace parte del departamento de Desarrollo Humano como asistente de proyectos para América Latina y el Caribe.

“Parte de mis funciones es apoyar todo el proceso de un crédito para proyectos en la región. Debo estar en todas las etapas del ciclo, desde la preparación hasta la implementación del mismo, orientando y acompañando a los líderes de los proyectos en temas de operaciones del banco”, asegura María Fernanda, quien está radicada en Washintong D.C., Estados Unidos.

Haciendo parte de esta organización, en la que está trabajando desde abril de 2012, María Fernanda recuerda cuando en su paso por la Universidad Autónoma de Occidente los profesores citaban en los ejemplos en clase al Banco Mundial. “Recuerdo cuando  nos hablaban de la deuda externa y de la organización como tal y yo pensaba que sería chévere trabajar en un lugar como éste, pero nunca pensé que podría hacerlo”, asegura María Fernanda.

Tampoco se le pasó por la cabeza  estudiar Administración de Empresas Modalidad Dual. “Hasta que estaba en grado noveno en el Colegio La Presentación Aguacatal pensé en estudiar medicina, pero me fui inclinando por la economía. Ya en once me gané el premio a la excelencia de la Autónoma de Occidente y me incliné por lo económico y lo administrativo. Vi el programa nuevo (Administración de Empresas Modalidad Dual) que estaba ofertando la Universidad y cuando me contaron de qué se trataba me gustó mucho. Quedé dentro del grupo de aspirantes a estudiar la carrera, nos pusieron casos de la vida real para hacer la selección de estudiantes y quedamos casi 30 personas para iniciar la carrear y al final nos graduamos 16”, comenta.

Cabe destacar que este programa tiene como característica principal que el estudiante desde el inicio de su carrera hace prácticas empresariales, en donde cada semestre pasan por un área funcional de la empresa: Mercadeo, Administración de la Producción, Contabilidad de Costos y Recursos Humanos. Teniendo en cuenta esto, al preguntarle a María Fernanda por su paso por la Universidad, recuerda lo activa que se mantenía todo el tiempo, tal como en un trabajo real.

“Trabajé desde mi primer semestre en Maní Manitoba Ltda. y con ellos tuve la oportunidad de rotar por todas las sedes de la empresa, aplicar lo que estábamos aprendiendo y recibir esas enseñanzas. Me desempeñé en el área comercial y maneje el canal de venta industrial y me fue muy bien, vendimos mucho. Yo me gradué a los 20 años y desde joven empecé a vivir ese mundo empresarial, eso me sirvió para aprender bastante”, cuenta María Fernanda.

Tras graduarse, María Fernanda fue asesora de crédito hipotecario y posteriormente laboró en otra empresa en Cali. Con la intención de mejorar su nivel de inglés en 2010 decidió meterse en un programa que le permitía estudiar inglés en Estados Unidos mientras cuidaba niños. Tras finalizar sus estudios trabajó en un restaurante español, donde conoció a una persona que le habló de una convocatoria en el Banco Mundial a la cual aplicó y fue seleccionada.

“Nunca pensé que iba a estar acá, me imaginaba en Colombia. Todos los días le doy gracias a Dios porque he sido una persona muy bendecida. Estoy empezando apenas en esta organización y la idea es ir trazándome metas. Me alegra que hay muchos colombianos en el Banco Mundial y somos cinco caleños”, comenta María Fernanda quien entró al Banco Mundial en abril de 2012 con un contrato a dos meses, que posteriormente se prolongó y que ahora está pactado hasta el año 2015.

“Uno desde que empieza la universidad debe tener ese espíritu emprendedor, no pensar en el momento sino en que lo que se aprende cada día le va a servir en el futuro. No es solo cumplir con presentar un trabajo, sacar una buena nota sino que ese conocimiento en un futuro muy cercano lo va a aplicar. Tampoco es pensar en la parte material, en  conseguir un trabajo por la remuneración, sino que es un bien conjunto de cosas, en los valores, la cultura, y poco a poco ir logrando esa meta”