Diseñar una silla en la que los niños se sintieran a gusto, pero a la vez pudieran avanzar en su proceso de rehabilitación, fue uno de los retos que tuvieron estudiantes de Ingeniería Biomédica de la Universidad Autónoma de Occidente, cuando emprendieron la labor de crear pupitres para pequeños en situación de discapacidad de la Fundación Dar Amor.

“Aprovechando que aquí en la universidad tenemos el laboratorio de fabricación digital y la tecnología de fabricación digital decidimos hacer algo que pudiera ser de impacto para algún sector de la sociedad, entonces el diseño que desarrollaron los estudiantes estaba orientado a los niños como usuarios y al ser una silla en la que se sentirán a gusto esto facilitará su proceso de rehabilitación”, explicó el docente Óscar Iván Campo, quien acompañó a los estudiantes en el proceso.

Los estudiantes tardaron cerca de tres meses en fabricar los pupitres ergonómicos para cuatro niños con insuficiencia motriz. “Es gratificante saber que esto va a mejorar la salud de estos niños y ver el esfuerzo que hicimos recompensado en sus sonrisas”, dijo Carol Saldarriaga, una de las estudiantes.

María Angélica Franco, vocera de Fundamor, destacó la iniciativa de la universidad. “Es una ayuda bastante grande y significativa, porque los niños que se benefician están en situación de discapacidad y la consecución de ayudas ortopédicas para mejorar la calidad de vida de ellos ha sido difícil”.

Los datos

1. Diseño. Los pupitres se hicieron a la medida de cada niño, con colores y personajes, de acuerdo a los gustos de estos.

2. Materiales. Los estudiantes utilizaron materiales resistentes como madera triplex y aluminio. Cada pupitre dura cerca de 5 años.

3. El proyecto. El proyecto hace parte de un trabajo final de curso de ocho estudiantes de la asignatura de diseño biomecánico.