Por Mario Andrés Gandini Ayerbe

La ingeniería como profesión ha jugado un papel fundamental en la consolidación del paradigma de la Modernidad y en la visión de desarrollo que del mismo se desprende basado en el propósito del crecimiento económico ilimitado. Desde la máquina de vapor y su impacto decisivo en la Revolución Industrial hasta la Internet y las denominadas tecnologías de la información, el ejercicio de la ingeniería ha delineado el carácter de los flujos de materia y energía que, hacia y desde la antroposfera, han modificado de manera sustancial la dinámica de los ciclos biogeoquímicos del sistema Tierra.

Estas modificaciones han acarreado como consecuencia al denominado cambio global, del cual el cambio climático corresponde a su más prominente manifestación, y el cual se considera una amenaza real para toda la humanidad. Frente a esta situación la ingeniería ahora como disciplina y profesión, en todas sus ramas, debe sintonizarse con esta urgente necesidad planetaria y común, y así, repensarse y orientarse hace la sostenibilidad como un nuevo paradigma que permita superar la crisis del cambio global.

Del planteamiento anterior, se puede intuir el enorme peso que las obras, acciones e intervenciones de ingeniería tienen en la sostenibilidad de una ciudad o una región. La ingeniería y sus desarrollos han jugado un rol determinante en la apropiación de la naturaleza, en términos del uso de bienes y servicios ecosistémicos, y por ende, el estado actual del sistema ambiente es una consecuencia directa de las intervenciones de ingeniería en los sectores que soportan el aparato productivo. Resulta entonces necesario ‒si se adopta la sostenibilidad como propósito global‒ repensar la profesión de ingeniería en relación con esa meta, y colocarla a su servicio. De ser así, se podría hablar de una ingeniería para la sostenibilidad.

En el idioma inglés se encuentra un término que resulta apropiado para lo que se quiere significar y que no tiene una traducción directa al español. Se trata del término ‘Engineering Sustainability’. En este caso ‘Engineering’ actúa como verbo (to engineer) y no como sustantivo. El sentido preciso de esta expresión es que la sostenibilidad, de alguna manera se debe ‘construir’, ‘diseñar’ o ‘desarrollar’ (Hammond, 2004). Es decir, no se trata de una condición o un estado al que se debe llegar, sino un camino que se va haciendo o construyendo, en el cual la ingeniería juega un papel fundamental.

Se podría así afirmar, desde una perspectiva de ingeniería, que la sostenibilidad es una condición del sistema ambiente que se debe diseñar, implementar, operar y mantener (Qiong, 2003). Si se acepta entonces que la ingeniería debe estar pensada para diseñar, construir y desarrollar la sostenibilidad, el concepto de soluciones sostenibles se torna indispensable para concretizar y llevar al quehacer de la profesión dicho enfoque. En otras palabras, la ingeniería para la sostenibilidad se caracteriza por formular, diseñar, construir o desarrollar, implementar, operar y mantener soluciones sostenibles.

Este enfoque de una ingeniería para la sostenibilidad, desde el cual la sostenibilidad misma se va diseñando, construyendo, implementando, operando y controlando, puede aportar elementos valiosos al Doctorado en Regiones Sostenibles. Teniendo en cuenta que una ingeniería para la sostenibilidad debe estar permeada por el diálogo interdisciplinario y por un enfoque de sistemas, puede perfectamente coadyuvar en el esfuerzo por conceptualizar las regiones sostenibles y, más aún como propósito de largo plazo, en el desarrollo de una teoría de la sostenibilidad.

Luego en lo práctico, pero a partir de tales elaboraciones, la ingeniería para la sostenibilidad debe aportar, en el diseño e implementación de soluciones sostenibles desde políticas, programas y proyectos concretos. Así una ingeniería para la sostenibilidad deberá estar capacidad de contribuir en el cierre de los ciclos biogeoquímicos, y en términos generales, en una minimización de impactos ambientales negativos por parte del aparato productivo a nivel regional.

En este sentido, la eficiencia en el uso de los recursos (eficiencia energética, eficiencia hídrica), la sustitución de energías basadas en combustibles fósiles por energías renovables, la prevención y el control de la contaminación hídrica y atmosférica, el aprovechamiento de los residuos sólidos son temáticas relevantes para una región que pretende ser sostenible, en donde la ingeniería y, específicamente, el enfoque aquí propuesto resulta pertinente.

Entre los problemas de énfasis del doctorado (líneas de investigación), sobresalen dos en los cuales el aporte de la ingeniería podría ser importante: cambio climático y energía, que claramente se encuentran interrelacionados.

Los trabajos de tesis enmarcados en estas dos temáticas deberían satisfacer las siguientes condiciones: primero, perseguir el objetivo de direccionar el sentido los flujos de materia y energía de acuerdo con los ciclos naturales biogeoquímicos; y segundo, proponer alternativas tecnológicas para minimizar el consumo de energía disponible (exergía) en la acción anterior. Esto implica necesariamente una cuantificación integral de los impactos originados por la intervención en el entorno.

Referencias bibliográficas

Hammond, G. (2004). Engineering Sustainability: Thermodynamics, energy systems and the environment. International Journal of Energy Research, 28(7), 613-639.

Qiong Zhang, Shonnard, D. R., Schnoor, J. L., Crittenden, J. C., Valentine U. J., Hokanson, D. R., Small, M. J., Mihelcic, J. R., Sutherland, J. W., Sorby, S. A. (2003). Sustainability Science and Engineering: The Emergence of a New Metadiscipline