Tres investigadores de la Autónoma de Occidente presentaron el libro ‘Fusiones Identitarias: el desplazamiento forzoso en el Diario El País‘, una obra que analiza cómo la inmediatez periodística se ha encargado de dar el mismo tratamiento a todas las víctimas del desplazamiento forzado, sin hacer distinciones identitarias entre campesinos, indígenas y afrodescendientes.

En el marco de un estudio realizado por el Grupo de Investigación ‘Conflictos y Organizaciones’, de la facultad de Humanidades, sobre: ‘Representaciones sociales que construyen estudiantes universitarios sobre las personas en condición de desplazamiento forzado en Cali (2012 – 2014)’, se efectuó un proceso de seguimiento y análisis a la prensa, para rastrear cómo en particular, el Diario El País había manejado la categoría de ‘Desplazado’.

El análisis fue realizado desde el gobierno de Samper hasta el primero de Álvaro Uribe, en el que se revisaron 772 notas periodísticas, donde apareciera la categoría de ‘Desplazado’ y donde se hiciera referencia al desplazamiento forzado, en el marco de información que tuviera que ver con el conflicto armado: enfrentamientos, masacres, ataques, etcétera”, explica Germán Ayala Osorio, uno de los investigadores.

Para dar cuenta del análisis, se establecieron tres categorías que salen de la discusión sobre ¿qué son las representaciones sociales?, y estas categorías sirvieron para hacer el análisis del tratamiento que El País hace en particular a esta categoría.

En todo el rastreo se encontró que en la parte editorial, como en la parte informativa, tanto indígenas, como los afros y campesinos que sufrieron el desplazamiento forzado,  terminaron incluidos primero en la categoría campesinos y posteriormente, en la nomenclatura desplazado.

A juicio de los investigadores, era necesario hacer esta distinción porque los procesos de  reparación a los que tienen derechos las Personas en Condición de Desplazamiento, PCD, no se pueden dar en el mismo sentido y en la misma perspectiva, sino que cada comunidad tiene unas exigencias, unas demandas y unas formas de recibir y entender la reparación, de vivir el conflicto, de vivir el rigor de la guerra y de afrontar las pérdidas.

Una prensa que da un tratamiento circular de la información

“El ejercicio de incluir a todos bajo un mismo concepto nos parece un tratamiento inconveniente para comprender las dimensiones del desplazamiento, porque son diferentes grupos humanos, diferentes etnias e identidades que no caben en una sola categoría; las miradas y las historias son distintas”, afirma Ayala Osorio.

Otro aspecto en el que insisten los investigadores Hernando Uribe Castro, Carmen Jimena Holguín y Germán Ayala Osorio, es que el hecho de haber realizado el análisis solamente en el Diario El País, no es obstáculo para universalizar las conclusiones que se concentran en la expresión ‘Fusiones Identitarias’, porque lo informado en este medio ha sido replicado por noticieros de radio, televisión y prensa nacional, para nutrirse de los eventos regionales.

Lo anterior indica que gran parte de los medios están errados al hacer fusiones que resultan inconvenientes, para comprender en particular los efectos del desplazamiento forzado en grupos distintos.

«Otra de las prácticas identificadas en el ejercicio investigativo, se relacionan con el uso de apelativos  lastimeros sobre el fenómeno y sus víctimas que no garantizan un tratamiento humano y respetuoso de aquellos individuos que, por varias razones, obligados o por propia elección, decidieron abandonar sus territorios y sus vidas y huir así de los enfrentamientos entre fuerza pública y agrupaciones al margen de la ley», afirma Jimena Holguín.

El ensayo, el análisis noticioso y la columna de opinión son géneros periodísticos que los reporteros pueden rescatar para contar los hechos de manera distinta, para ir más allá, salir de las prácticas cotidianas y modificar sus rutinas de producción.

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