Una solución sostenible, que busca reducir materiales de un solo uso como los utensilios desechables, es el proyecto al que le apuesta Juan Camilo Rodríguez Eusse, estudiante de último semestre, del programa de Administración Ambiental de la Autónoma de Occidente.

Se trata de un proyecto interdisciplinario, que surge de la necesidad de poder transformar el residuo de la leche en un bioplástico. En esta iniciativa trabajan además de Juan Camilo, las estudiantes Jennifer Camayo y Luisa Zambrano, del programa de Ingeniería de Materiales de la Universidad del Valle.
 
“Estoy trabajando en un proyecto de eficiencia y desarrollo de una empresa familiar, llamada Quick & Tasty. Esta propuesta me permitirá mejorar los procesos ya existentes y transformar un residuo del proceso de la leche, con el cual se elaborará el plástico biodegradable”, explica el estudiante Juan Camilo Rodríguez. 

Una solución para ayudar al medio ambiente

“Mi deseo es que este producto se implemente para reemplazar los plásticos de un solo uso como bolsas, vasos, pitillos, cubiertos, pero también existen otros estudios, que indican que este tipo de bioplástico puede usarse para empaques al vacío, como protección de recubrimiento en alimentos para que absorban la humedad, para envolver cajas, palets en madera, entre otros objetos y alimentos”, manifestó Juan Camilo.
 
Por su parte, las estudiantes de la Universidad del Valle manifiestan que: “esperamos que este material sea una realidad a nivel cotidiano, teniendo en cuenta que tiene múltiples usos para la industria, y esta sería una manera de mitigar el impacto ambiental por el mal uso de los plásticos convencionales”.  

Una oportunidad económica para el sector lechero

“Con este proyecto también busco que la empresa Quick & Tasty pueda independizarse de la producción de leche, es decir, que pueda migrar a las transformaciones como la del bioplástico”.
 
“Esto se hace porque para sacarle provecho a la leche, se debe tener un volumen alto y a veces ocurre que los precios suben o bajan, ocasionando que la compañía entre en un problema de obtención y venta posterior del producto”, agregó Juan Camilo. 
 
Sin embargo, no es eficiente producir directamente el bioplástico, por lo que se hace necesario producir la materia prima y luego venderlo a las industrias especializadas en la fabricación de bioplásticos, con el fin de que ellos hagan la transformación final, pues estos son mucho más costosos que los producidos con petróleo.
Actualmente ya se tienen muestras en diferentes presentaciones de este bioplástico, el cual se espera que sea comercializado en la industria para su implementación.
 
Informes
Gloria Amparo Jiménez
Directora del programa de Administración Ambiental
Ext. 11465

Estudiante
Juan Camilo Rodríguez Eusse
juan_c.rodriguez_e@uao.edu.co